El hábito de leer
En la vida moderna, leer es parte del diario vivir y un medio
importante para mantenernos al día con los avances de la humanidad así como
para intercambiar ideas y puntos de vista sobre distintos temas.
Día a día, son más los periódicos, revistas, listas electrónicas de distribución
y foros virtuales de discusión. La capacidad lectora es por tanto una
herramienta valentísima para mantener ese ritmo, además de ser un excelente
recurso para nutrir el intelecto y el alma con la extensa variedad de
literatura disponible. La lectura es un hábito, y como la mayoría de los
hábitos, se desarrolla en casa y de manera más fuerte durante los primeros seis
años de vida. Pero, ¿cómo si aún no sabe leer?
En primer término, lo que debe quedar claro es que leer no significa decodificar
combinaciones de gramas. Leer
significa interpretar símbolos o imágenes; entender el mensaje que otro nos
transmite con las palabras y las ilustraciones.
Los niños desde muy temprana edad, una vez ha madurado su sentido de la
vista, son capaces de ver las imágenes y si cuentan con un padre o una madre
interesada que los oriente en cuanto al significado, irán poco a poco
entendiendo lo que ahí “dice”.
El hábito de lectura debe construirse paso a paso. Es importante que la lectura de libros se
incluya como parte de la rutina diaria, ya sea al despertar, por la tarde o
antes de acostarse. Es una excelente estrategia como transición entre el juego
activo y la hora de dormir.
El momento de la lectura es un momento más de juego en el que el padre o
la madre interactúan con sus hijos utilizando como pretexto el libro de
cuentos. Vale la pena hacer de este
momento una oportunidad de genuino contacto, de atención completa para el niño/a
y que estimulan de la capacidad lectora e imaginativa del pequeño.
Si logramos asociar los encuentros de lectura con nuestros hijos con
sentimientos agradables de fortalecimiento del vínculo afectivo y de respeto
por el otro, el hábito tendrá una fuerte carga emocional positiva y esto influirá
en que sea fuerte y duradero.
Algunas ideas para elegir libros para nuestros hijos de preescolar son:
·
Verificar que el contenido sea educativo, el vocabulario comprensible,
la narración sencilla y que el texto introduzca términos nuevos.
·
Revisar que las imágenes sean atractivas y que transmitan valores.
·
Buscar letra grande y poco texto.
·
Los libros de versos, trabalenguas o adivinanzas son excelente material
para entrenar a los niños en el ritmo para el aprendizaje de la lectoescritura.
Los padres debemos siempre leer el libro completo antes de comprarlo o
leérselo a nuestros hijos para verificar que estemos de acuerdo con la
enseñanza de la historia y el vocabulario utilizado.
No compremos nada que no podamos leer o correremos el riesgo de llevarnos
desagradables sorpresas.
Compartir el hábito de la lectura, es lo mejor que podemos hacer por
nuestros hijos.
¿QUÉ ES LA LECTURA VELOZ?
Es una técnica imprescindible en la era de la
información, del conocimiento y de Internet.
Es una metodología que permite:
Incrementar la velocidad de lectura hasta en
un 300%, aumentando consecuentemente el nivel de comprensión...
Erradicando hábitos negativos de lectura,
trocándolos por otros nuevos y más convenientes.
Poniendo la lectura a tono con nuestro tiempo:
mayor velocidad y comprensión, mínimo esfuerzo y máximo rendimiento.
La lectura lenta desgasta, porque obliga a recorrer
el texto por sílabas o palabras.
Esto es equivalente a querer mirar un bosque
pasando por cada árbol, u observar cualquier escena a través de un pequeño
orificio. A este tipo de abordaje que impide la comprensión global se lo
denomina, técnicamente, ‘lectura tubular’. Todas las personas, desde la escuela
primaria, leemos de esta manera ineficaz.
Si una persona normal lee 250 palabras por
minuto, le llevará casi 7 horas terminar un libro de 200 páginas (suponiendo
que hay quinientas palabras en cada una). Pero si con la Lectura Dinámica puede
alcanzar las 1000 palabras por minuto, terminará el libro en poco más de una
hora, obteniendo una comprensión.
Objetivos de este curso:
Analizaremos el papel que juegan los ojos y el
cerebro en el proceso de la lectura, conoceremos los vicios de la lectura
convencional y los superaremos ejercitándonos en las habilidades de la Lectura
Veloz o Dinámica, con las cuales se logra:
·
Disfrutar del hábito de leer.
·
Aumentar la velocidad de los movimientos de los ojos.
·
Ampliar la longitud de sus fijaciones.
·
Comprender mejor en menos tiempo.
·
Entender sin necesidad de hacer retrocesos.
·
Leer sin movimientos de labios, lengua y/o laringe.
·
Aumentar la concentración.
·
Optimizar el nivel de retención del material leído.
·
Disfrutar de una mayor relajación visual.
·
Hacer una adecuada selección de textos.
·
Saber aplicar técnicas de salteo y lectura superficial.
Cómo se descubrieron los principios de la
Lectura Dinámica
A principios del siglo XX, las investigaciones neurofisiológicas
arrojaban nuevas luces sobre los mecanismos de percepción visual. Los gabinetes
de psicología experimental descubrían las leyes gestálticas (Wertheimer, Kofka).
Quedaba aclarada la interrelación
figura-fondo, la validez de los conjuntos, la superioridad de todo a la suma de
las partes.
La nueva pedagogía (Decroly, Piaget)
estructuraba los primeros métodos de enseñanza global.
Se había probado que aunque la actividad
intelectual procedía de lo simple a lo complejo, el niño captaba totalidades
con un sentido holístico.
Seguir enseñándole la lectura en base a las
articulaciones del lenguaje hablado constituía evidentemente un inconveniente.
En los comienzos de los años 30, la Sra. J.L.
Anderson señalaba, en una célebre tesis, la importancia de las investigaciones
sobre percepción visual realizadas por medio de aparatos especializados.
Experimentos precisos demostraban que los movimientos del ojo son discontinuos,
que para leer recorre la línea en una serie de saltos y pausas.
La lectura sólo se produce durante las pausas.
Esas pausas son irregulares en cuanto a número y duración, variando según los
individuos y también según las
características del material de lectura.
Las primeras conclusiones a partir de los
trabajos de la Sra. Anderson ya entreveían la posibilidad de impartir mejores
hábitos de lectura a cada individuo, disminuyendo el número de pausas por
línea. El ojo podía ser educado para aprovechar también su mayor campo de
percepción.
Esta perfección de métodos podría ser
alcanzada a condición de desarrollar la capacidad de lectura visual silenciosa,
es decir, sustituir la lectura articulada por una lectura mental directa (sin
vocalizar).
Se había encontrado, pues, el hilo de Ariadna
para recorrer los laberintos estímulo-sensación, precepto- integración,
memoria-elaboración. De allí en adelante partiría el camino para la revisión
racional de antiguas modalidades de lectura lenta.
Software
Ejercicio para entrenar la lectura rápida.
Existen programas de computacionales que
pretenden ayudar a instruir a los estudiantes en la lectura rápida. El programa
de lectura rápida Vortex fue una de las primeras aplicaciones, pero era
estrictamente una herramienta de productividad - un programa que sólo presentaba
el texto de una palabra a la vez. Los lectores debían enfocarse en el centro de
la pantalla, sin mover los ojos como lo harían durante la lectura de texto
normalmente.
Diversos programas de lectura rápida
utilizaron un enfoque diferente. Estos programas presentaban los datos como una
secuencia serial, ya que el cerebro se ocupa del texto más eficientemente
dividiéndolo en esa secuencia antes de analizarlo e interpretarlo.
Recientemente se han mejorado mucho los
programas que son totalmente por Internet. Estos programas de lectura avanzada
por Internet ahora son muy dinámicos y eficientes. La tecnología ha avanzado a
pasos agigantados por lo que los diferentes softwares han permitido contar con
ejercicios de lectura rápida muy eficientes imposibles de replicar en forma
presencial.
La lectura velóz es el proceso de recuperar y
aprehender una información concreta que usualmente se da mediante el lenguaje ya
sea visual o palpable como el sistema Braille. Pone en juego al lector
haciéndolo activo.
Weaver ha planteado tres definiciones para la
lectura:
Primera: El saber leer significa saber que
dicen las palabras escritas
Segunda: Identificar las palabras según va
leyendo el texto.Tercera: Saber comprender lo que dice cada
texto.