miércoles, 29 de octubre de 2014

El hábito de leer

En la vida moderna, leer es parte del diario vivir y un medio importante para mantenernos al día con los avances de la humanidad así como para intercambiar ideas y puntos de vista sobre distintos temas.
Día a día, son más los periódicos, revistas, listas electrónicas de distribución y foros virtuales de discusión. La capacidad lectora es por tanto una herramienta valentísima para mantener ese ritmo, además de ser un excelente recurso para nutrir el intelecto y el alma con la extensa variedad de literatura disponible. La lectura es un hábito, y como la mayoría de los hábitos, se desarrolla en casa y de manera más fuerte durante los primeros seis años de vida. Pero, ¿cómo si aún no sabe leer?
En primer término, lo que debe quedar claro es  que leer no significa decodificar combinaciones  de gramas. Leer significa interpretar símbolos o imágenes; entender el mensaje que otro nos transmite con las palabras y las ilustraciones.
Los niños desde muy temprana edad, una vez ha madurado su sentido de la vista, son capaces de ver las imágenes y si cuentan con un padre o una madre interesada que los oriente en cuanto al significado, irán poco a poco entendiendo lo que ahí “dice”.
El hábito de lectura debe construirse paso a paso.  Es importante que la lectura de libros se incluya como parte de la rutina diaria, ya sea al despertar, por la tarde o antes de acostarse. Es una excelente estrategia como transición entre el juego activo y la hora de dormir.
El momento de la lectura es un momento más de juego en el que el padre o la madre interactúan con sus hijos utilizando como pretexto el libro de cuentos.  Vale la pena hacer de este momento una oportunidad de genuino contacto, de atención completa para el niño/a y que estimulan de la capacidad lectora e imaginativa del pequeño.
Si logramos asociar los encuentros de lectura con nuestros hijos con sentimientos agradables de fortalecimiento del vínculo afectivo y de respeto por el otro, el hábito tendrá una fuerte carga emocional positiva y esto influirá en que sea fuerte y duradero.
Algunas ideas para elegir libros para nuestros hijos de preescolar son:
·         Verificar que el contenido sea educativo, el vocabulario comprensible, la narración sencilla y que el texto introduzca términos nuevos.
·         Revisar que las imágenes sean atractivas y que transmitan valores.
·         Buscar letra grande y poco texto.
·         Los libros de versos, trabalenguas o adivinanzas son excelente material para entrenar a los niños en el ritmo para el aprendizaje de la lectoescritura.

Los padres debemos siempre leer el libro completo antes de comprarlo o leérselo a nuestros hijos para verificar que estemos de acuerdo con la enseñanza de la historia y el vocabulario utilizado. 
No compremos nada que no podamos leer o correremos el riesgo de llevarnos desagradables sorpresas.
Compartir el hábito de la lectura, es lo mejor que podemos hacer por nuestros hijos.



¿QUÉ ES LA LECTURA VELOZ?

Es una técnica imprescindible en la era de la información, del conocimiento y de Internet.
Es una metodología que permite:
Incrementar la velocidad de lectura hasta en un 300%, aumentando consecuentemente el nivel de comprensión...
Erradicando hábitos negativos de lectura, trocándolos por otros nuevos y más convenientes.
Poniendo la lectura a tono con nuestro tiempo: mayor velocidad y comprensión, mínimo esfuerzo y máximo rendimiento.

La lectura lenta desgasta, porque obliga a recorrer el texto por sílabas o palabras.
Esto es equivalente a querer mirar un bosque pasando por cada árbol, u observar cualquier escena a través de un pequeño orificio. A este tipo de abordaje que impide la comprensión global se lo denomina, técnicamente, ‘lectura tubular’. Todas las personas, desde la escuela primaria, leemos de esta manera ineficaz.
Si una persona normal lee 250 palabras por minuto, le llevará casi 7 horas terminar un libro de 200 páginas (suponiendo que hay quinientas palabras en cada una). Pero si con la Lectura Dinámica puede alcanzar las 1000 palabras por minuto, terminará el libro en poco más de una hora, obteniendo una comprensión.

Objetivos de este curso:
Analizaremos el papel que juegan los ojos y el cerebro en el proceso de la lectura, conoceremos los vicios de la lectura convencional y los superaremos ejercitándonos en las habilidades de la Lectura Veloz o Dinámica, con las cuales se logra:
·     Disfrutar del hábito de leer.
·     Aumentar la velocidad de los movimientos de los ojos.
·     Ampliar la longitud de sus fijaciones.
·     Comprender mejor en menos tiempo.
·     Entender sin necesidad de hacer retrocesos.
·     Leer sin movimientos de labios, lengua y/o laringe.
·     Aumentar la concentración.
·     Optimizar el nivel de retención del material leído.
·     Disfrutar de una mayor relajación visual.
·     Hacer una adecuada selección de textos.
·      Saber aplicar técnicas de salteo y lectura superficial.
Cómo se descubrieron los principios de la Lectura Dinámica
A principios del siglo XX,  las investigaciones neurofisiológicas arrojaban nuevas luces sobre los mecanismos de percepción visual. Los gabinetes de psicología experimental descubrían las leyes gestálticas (Wertheimer, Kofka).
Quedaba aclarada la interrelación figura-fondo, la validez de los conjuntos, la superioridad de todo a la suma de las partes.
La nueva pedagogía (Decroly, Piaget) estructuraba los primeros métodos de enseñanza global.
Se había probado que aunque la actividad intelectual procedía de lo simple a lo complejo, el niño captaba totalidades con un sentido holístico.
Seguir enseñándole la lectura en base a las articulaciones del lenguaje hablado constituía evidentemente un inconveniente.
En los comienzos de los años 30, la Sra. J.L. Anderson señalaba, en una célebre tesis, la importancia de las investigaciones sobre percepción visual realizadas por medio de aparatos especializados. Experimentos precisos demostraban que los movimientos del ojo son discontinuos, que para leer recorre la línea en una serie de saltos y pausas.
La lectura sólo se produce durante las pausas. Esas pausas son irregulares en cuanto a número y duración, variando según los individuos y también según las  características del material de lectura.
Las primeras conclusiones a partir de los trabajos de la Sra. Anderson ya entreveían la posibilidad de impartir mejores hábitos de lectura a cada individuo, disminuyendo el número de pausas por línea. El ojo podía ser educado para aprovechar también su mayor campo de percepción.
Esta perfección de métodos podría ser alcanzada a condición de desarrollar la capacidad de lectura visual silenciosa, es decir, sustituir la lectura articulada por una lectura mental directa (sin vocalizar).
Se había encontrado, pues, el hilo de Ariadna para recorrer los laberintos estímulo-sensación, precepto- integración, memoria-elaboración. De allí en adelante partiría el camino para la revisión racional de antiguas modalidades de lectura lenta.

Software
Ejercicio para entrenar la lectura rápida.
Existen programas de computacionales que pretenden ayudar a instruir a los estudiantes en la lectura rápida. El programa de lectura rápida Vortex fue una de las primeras aplicaciones, pero era estrictamente una herramienta de productividad - un programa que sólo presentaba el texto de una palabra a la vez. Los lectores debían enfocarse en el centro de la pantalla, sin mover los ojos como lo harían durante la lectura de texto normalmente.
Diversos programas de lectura rápida utilizaron un enfoque diferente. Estos programas presentaban los datos como una secuencia serial, ya que el cerebro se ocupa del texto más eficientemente dividiéndolo en esa secuencia antes de analizarlo e interpretarlo.
Recientemente se han mejorado mucho los programas que son totalmente por Internet. Estos programas de lectura avanzada por Internet ahora son muy dinámicos y eficientes. La tecnología ha avanzado a pasos agigantados por lo que los diferentes softwares han permitido contar con ejercicios de lectura rápida muy eficientes imposibles de replicar en forma presencial.
La lectura velóz es el proceso de recuperar y aprehender una información concreta que usualmente se da mediante el lenguaje ya sea visual o palpable como el sistema Braille. Pone en juego al lector haciéndolo activo.


Weaver ha planteado tres definiciones para la lectura:

Primera: El saber leer significa saber que dicen las palabras escritas
Segunda: Identificar las palabras según va leyendo el texto.Tercera: Saber comprender lo que dice cada texto.